Anillo vial tiende a mejorar luego de recibir las primeras lluvias.

Eliza Correa, una humilde madre de familia de la comunidad de La Mina, parroquia Tonchigüe, sector por donde pasa el anillo vial Macará – El Aguacate, recientemente cascoteado por la prefectura, señala que los trabajos en un principio presentaron dificultades, pero ahora, con lo que ha llovido, el material como que se ha estabilizado y se puede circular con mayor facilidad.

            “Al principio la situación fue difícil porque era verano y el polvo que se levantaba provocaba la queja en los centros poblados. Allí el ingeniero, con un tanquero, permanentemente regaba agua para evitar el polvo y compactar más el suelo, pero eso se hacia un lodazal, porque el material es más polvo que piedra”, dijo la comunera.

            Agregó que cuando se hacía lodo era difícil transitar y hasta ella sufrió en carne propia un accidente, cuando ingresaba con su esposo y uno de sus pequeños hijos hacia su comunidad a bordo de la moto de su cónyuge, “por la cantidad de lodo la moto resbaló y caímos, felizmente no nos ocurrió mayor cosa”, añadió.

En todo caso, dejó entender que luego de que las precipitaciones lluviosas se han intensificado se vislumbra una nueva situación, pues la vía se observa más compacta y todo parece indicar que se va a sostener, dando facilidades para transitar de mejor forma que anteriormente.

No obstante, no todo es satisfacción, porque, a decir de ella, en días pasado que se trasladó hasta la comunidad de El Cabito, observó que en el río El cabo, el relleno que habían realizado, sosteniéndolo con madera, ya se había destruido y allí está cortada la vía, pero en ese caso considera que los habitantes de esa comunidad deben intensificar gestiones para que se les construya, por lo menos una alcantarilla doble en el sector, a fin de que el paso no se corte como está en la actualidad.

“Ese tramo es muy utilizado por los moradores de La Tablada y La Guinea que salen por este sector, por cuanto hay mayor circulación vehicular hacia El Aguacate que hacia Macará”, concluyó señalando la humilde moradora de la zona.