Luego del accidente protagonizado por una unidad de la Cooperativa de Transportes Interprovinciales Gilberto Zambrano, dos ciudadanos de esa parroquia, aseguraron que el indicado vehículo permaneció por varios minutos estacionado en la parada de Tonchigüe y emprendió veloz carrera cuando observó que, en su misma dirección, venía otra unidad de transporte y 2 kilómetros más allá sufrió el aparatoso accidente, por lo que se presume que el exceso de velocidad sería la principal causa del suceso.
Rafael Zambrano, propietario de una camioneta y quien aseguró haber trabajado como conductor en unidades de las Cooperativas de Transportes intercantonales La Costeñita y Del Pacífico, afirmó haber observado a la unidad que posteriormente se accidentó, por varios minutos estacionada en la parada de Tonchigüe, frente al colegio de ese sector.
“Cuando vieron que venía una Costeñita recién salió. Yo les estaba comentando a unos compañeros, mientras observábamos lo que hacía el conductor de la Zambrano, que estas cosas son las que no están bien y a los pocos minutos nos enteramos del resultado”, dijo el ciudadano.
Por su parte, Luis Aguilar, un mototriciclero de la parroquia Tonchigüe, dijo que a él le habían encargado enviar una encomienda en esa Zambrano, asegurando que observó a la unidad estacionada en la parada del colegio, mientras él la esperaba en la parada del Mercado.
“Desde que la vi estuve casi 15 minutos esperando con la encomienda, hasta que se decidió a salir e hice la entrega de lo que me habían encomendado y, luego de que la Zambrano había salido, más atrás veo a la Costeñita”, aseguró Aguilar.
Por lo manifestado por estos dos ciudadanos se desprende que el conductor de la Unidad de la Gilberto Zambrano, número 90, esperó demasiado tiempo en la parroquia Tonchigüe y, todo indica que, cuando observó el otro vehículo decidió avanzar hacia su destino.
El accionar del conductor hace presumir que avanzaba a exceso de velocidad para no dejarse alcanzar de la Unidad de La Costeñita cuando ocurrió el percance que, ese sábado, felizmente no dejó víctimas mortales que lamentar.
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