Con festejos y mucha algarabía los tonchigüenses celebraron la culminación del año 2010 y la llegada del 2011 que reciben con optimismo.
Desde tempranas horas del último día del año anterior, se podían observar en las diferentes viviendas de la cabecera parroquial una serie de monigotes de toda índole, aunque en menor cantidad que en años anteriores.
Cuando el reloj marcó las 00:00 del día 1 de enero del año 2010, las calles tonchigúense se llenaron de monigotes que se consumían en medio de sus diferentes hogueras, manteniendo con esa acción la tradición de quemar, junto a los monigotes, todo lo malo del año pasado.
Asimismo sobre el cielo tonchigüense se observaron el reventar de juegos pirotécnicos que hacían emocionantes dibujos en la oscuridad de la noche, actividad que ha sido tradicional, en los últimos años, en los condominios del Club Casa Blanca y del Complejo Habitacional El Muelle y que, en esta ocasión, también se pudo observar al interior de la cabecera parroquial, al menos, en el barrio El Progreso.
Mientras tanto, en algunos hogares tonchigüenses, las familias, pese a las limitaciones económicas, hicieron el esfuerzo de compartir la tradicional cena de medianoche, la cual simboliza la unificación familiar que debe mantenerse por todo el año venidero.
Y así culminó un año e inicio otro, al interior de la parroquia Tonchigüe, lógicamente siempre con la ilusión de que este 2011 traiga felicidad, prosperidad y mucho desarrollo para las diferentes familias, sectores y pueblos de este pujante rincón de la patria ecuatoriana.
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