Una familia compuesta por 6 miembros y que llegó hace una semana a la parroquia Tonchigüe en busca de trabajo, está desesperada y clama por ayuda solidaria, pues el Jefe de Familia, Fernando Rafael Solórzano Bajaña, de 25 años de edad, se encuentra postrado, luego de un accidente de tránsito que sufrió en la ciudad de Guayaquil hace pocos meses.
La exasperada madre de familia y esposa de la persona afectada, Sara Sinches Rivas, nos cuenta que llegaron a Tonchigüe con la ilusión de encontrar trabajo en una finca, pues un allegado les había dicho que acá podían conseguir con facilidad laborar en alguna hacienda.
Lamentablemente ya tienen más de una semana en la localidad y no tienen quien les de trabajo y, para colmo, su esposo se encuentra postrado, con problemas en el cerebro y heridas en otras partes del cuerpo como producto del accidente que sufrió hace pocos meses en la ciudad de Guayaquil.
Agrega que en la urbe guayaquileña, luego del accidente trasladaron a su esposo a una clínica donde le atendieron hasta lo que cubrió el SOAT y posteriormente debieron sacarlo de allí porque no tenían dinero para continuar con los costosos tratamientos.
La pareja tiene 3 hijos: Una niña de tres años; un niño de un año y otro varoncito de apenas un mes de nacido; además del padre del ciudadano accidentado de aproximadamente 70 años de edad.
La familia indigente se encuentra posando en una vivienda que le cedieron en el barrio El Centenario, calle Francisco Mejía Villa, entre Manuel Cuero y Víctor López.
Ellos piden ayuda urgente para atender al Jefe de Familia accidentado y así como algo de comida para lograr sostenerse. De ser posible, también implementos para la atención al menor de 1 mes, el cual, para colmo, es un niño prematuro.
También hacen un llamado a las autoridades competentes, en este caso, del Ministerio de Inclusión Económica y Social, para que envían un equipo técnico a la parroquia Tonchigüe, a fin de que evalúen la situación de la familia y se busquen las alternativas de ayudarles al menos, con el tratamiento del Jefe de Familia, para restablecerlo y que, en lo posterior, continúe con su vida normal, ayudando al sostén de su familia.
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