Los ojitos vivarachos y la sonrisa angelical de la pequeña Adriana Jamileth Cagua Barberán, de apenas 7 años de edad, ya no estarán más junto a su familia, pues la noche de ayer, luego de uno de los súbitos ataques epilépticos que periódicamente le afectaban, el manto blanco de la muerte le cubrió apagando para siempre su sonrisa angelical y aquella mirada dulce que iluminaba los rincones de su humilde hogar.
Según versiones de sus familiares, la pequeña fue sorprendida la noche de ayer por uno de los tanto ataques de los que había padecido desde hace mucho tiempo. De inmediato la llevaron a una casa asistencial de la parroquia Tonchigüe donde le otorgaron los primeros auxilios, hasta el arribo de la ambulancia que la trasladó hasta el hospital Pop – Net, de la ciudad de Atacames, lugar en el cual, los galenos sólo pudieron comprobar su deceso.
La pequeña era una aprovechada estudiante del tercer año básico de la Escuela Fiscal Mixta Quito y era la séptima de 7 hermanos de la humilde familia Cagua Barberán.
Su prematura partida, como no podía ser de otra manera, quebrantó el alma de sus padres Federico Cagua y Elena Barberán, quienes no entienden el por qué, la menor de sus hijas, atravesó el frágil hilo del camino a la eternidad.
El cuerpo de la menor se está velando en la casa de sus padres ubicada en el barrio El Centenario, calle 26 de noviembre, entre Manuel Cuero y Víctor López. El día, hora y lugar de su sepelio se hará conocer oportunamente, pues sus familiares son de escasos recursos económicos por lo que esperan la colaboración ciudadana para poder cubrir los gatos de mortuoria y la posterior inhumación.
sentido pesame psra los familiares de esta niña fallecida de parte de Lorenzo Sol y familia de Madrid-España
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