La construcción del muro de escolleras en las riberas del estuario del río Tonchigüe, si bien puede constituirse en una barrera protectora que evitará la erosión del suelo y la afectación de viviendas por los deslizamientos de sus orillas, también podría traer consecuencias negativas debido a la parcial afectación del mangle y a la reducción de la amplitud del cauce del afluente.
Esta preocupación la hizo pública el dirigente barrial Oswaldo Pinargote López, quien ha observado que, con los rellenos y el muro de escollera, se ha estrechado considerablemente el cauce del río y, a su criterio, con una fuerte creciente que coincida con un aguaje, el afluente puede desbordarse y generar más de un inconveniente a los moradores de la mayoría de los barrios de la cabecera parroquial de Tonchigüe.
Indica que le preocupa la situación porque, en esa localidad, se han vivido momentos desesperantes durante las temporadas invernales y, en algunas ocasiones, el río se ha desbordado y ha inundado amplias zonas del sector, por lo que considera que al estrecharse el cauce y sin la defensa natural de los mangles, los desbordamientos pueden darse con mayor facilidad creando más de un inconveniente a las familias del sector.
Sobre esta preocupación se conoció que las autoridades parroquiales han emitido una comunicación al Ministerio del Ambiente para que técnicos de esa cartera de estado inspeccionen el sector y emitan un criterio técnico respecto de la inquietud existente por la afectación parcial del mangle y la reducción en cuanto a la amplitud del cauce del río Tonchigüe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario