jueves, 13 de septiembre de 2012

Solicitan control a vehículos pinchagüeros y reubicación de camal.


Mediante comunicación escrita enviada a varias dependencias competentes, el Presidente de la Comisión de Turismo y Medio Ambiente de la Junta Parroquial de Tonchigüe, Aníbal Leones Pisco, está insistiendo para que se tomen acciones respecto del malestar que causan los vehículos que transportan pinchagua, así como de lo que él considera un mal funcionamiento del camal municipal asentado en la cabecera parroquial de Tonchigüe.

            El documento ha sido enviado a la Jefatura Política y Alcaldía de Atacames, a la Dirección Provincial del Medio Ambiente y a la Capitanía de Puerto. En la misiva se solicita que las dependencias tomen medidas pertinentes en cuanto al accionar de los vehículos transportadores de pinchagua, así como para que se exija que el Gobierno Municipal realice un proyecto de camal urgente, a fin de que el que funciona en Tonchigüe sea trasladado a otro lugar.

            En el oficio, la autoridad parroquial adjunta copia de lo resuelto en una reunión del 8 de febrero del año 2011, donde los propietarios de los barcos hicieron  algunos compromisos para no afectar mayormente, con el circular de los vehículos y el reguero de agua sangre, a la parroquia Tonchigüe, no obstante, los compromisos no han sido cumplidos y se continúa desembarcando el producto por la playa de Tonchigüe, generando un impacto ambiental, bastante negativo para la población.

            Leones Pisco señala en el documento que, ante el incumplimiento de los propietarios de los barcos, como Junta Parroquial se ven limitados en el accionar porque no son autoridad sancionadora y, por ello, no pueden impedir la circulación de estos vehículos por el interior de la urbe, razón por la que se hace necesaria la intervención de una autoridad competente para sancionar a quienes estén incumpliendo con los compromisos pactados.

            Asimismo la autoridad indica, que es necesario reubicar el camal municipal, porque actualmente emana olores nauseabundos que incomodan a los vecinos del sector y, para colmo, se mantiene contaminando, de manera permanente, el estuario del río Tonchigüe.

            Con este documento, emitido el 21 de agosto pasado, la autoridad parroquial insiste en este último pedido, puesto que, según documento adjunto al oficio actual, puso en conocimiento de las mismas dependencias, sobre la situación del camal, el 6 de enero del año 2010, sin embargo, han pasado más de dos años y la situación del camal municipal, en vez de mejorar, va empeorando para perjuicio de los moradores de la parroquia Tonchigüe.


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