Ante la aguda situación por la que están atravesando los hogares tonchigüenses, la mayoría de las familias acuden a los pozos de aguas que existen en los diferentes barios de la comunidad y con ellos se abastecen para las necesidades básicas elementales.
En efecto, es común observar en los actuales momentos, a una gran cantidad de triciclos, con pomas de plásticos, que se proveen de aguas en diferentes sectores de la parroquia Tonchigüe, agua que es distribuida a pedido de las familias a costos que oscilan entre 2,50 y 3 dólares cada tanque.
En otros casos, es común observar a las mujeres acudiendo a los mismos lugares de los pozos, donde improvisan lavanderías y allí realizan las tareas de lavado de ropa.
Algunos dirigentes barriales, tal es el caso de San Antonio y Vista Mar, ante la gran demanda que han tenido los pozos de ambos sectores, han optado por realizar mingas de limpieza en los interiores de los mismos, buscando que el agua salga en las mejores condiciones posibles.
También se está haciendo habitual el trasladado hacia el río Tonchigüe, ocupándose mayormente la parte del dique en Abdón Calderón, lo que está generando cierta incomodidad a los vecinos del lugar, pues por versiones de ellos, las personas que van hasta el sector a lavar, dejan sucio el cauce del río, con detergentes, fundas, residuos de comidas y todo tipo de desecho que contaminan el sector.
Y, en medio de todas esa dificultades, se encuentra en una mínima provisión de agua que llega en tanqueros, por gestión directa de la Municipalidad de Atacames, en coordinación con la Junta de Agua Same Tonchigüe, que distribuyen agua obtenida de los pozos de Same con un tratamiento de cloro, con el objetivo de abastecer a las familias con ese líquido que les puede servir para solucionar las necesidades básicas emergentes, como lavado de ropa y utensilios de cocina.
Mientras que, para el consumo humano, la mayoría de las familias están optando por adquirir los bidones de agua tratada que se expenden en las principales tiendas de la población, lo que de alguna manera les genera un costo económico que afecta la escuálida economía de los hogares tonchigüenses.
Sólo se espera que el inconveniente se supere lo más pronto posible, aunque está pendiente uan Asamblea que debe realizarse en los próximos días, con el principal ejecutivo de la EAPA, considerando que están por cumplirse los 45 días que había solicitado para normalizar el servicio de agua potable en la población y, al parecer, eso no va a ocurrir, por lo que se espera el pronunciamiento de las autoridades, sobre qué alternativas hay para superar este inconveniente.
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