sábado, 17 de septiembre de 2011

Actitud pasiva de comunidad contribuye a incremento delictivo en Tonchigüe.


Dos dirigentes comunitarias que intervinieron públicamente la noche del pasado miércoles en una reunión que se realizó con varias autoridades en el centro poblado del recinto Same, donde se analizó el asunto de inseguridad, coincidieron en manifestar que el problema se agudiza por la actitud pasiva de padres de familias y comunidad.

            Pues en efecto, Maura Colobón Vera, Presidenta del barrio El Centenario, criticó el hecho de que la comunidad no denuncia a quienes expenden drogas en la población al manifestar,  “si nosotros como moradores, vemos una persona que está vendiendo droga, ¿por qué no nos acercamos a las autoridades y denunciamos con nombres y apellidos para ayudar a solucionar este caos?”.

            Agregó que culpables no son las criaturas que consumen las drogas, sino aquellas personas que les venden y aseguró que en la parroquia Tonchigüe hay niños pequeños que están consumiendo estupefacientes, “da miedo lo que ocurre”, concluyó señalando con impotencia.

            De su lado, María Pacho, Presidenta del Recinto Abdón Calderón, refirió que muchas veces la culpabilidad está sobre los hombros de los propios padres y madres de familias que no controlan a cada uno de sus hijos, “pues muchas veces en vez de tenerlos en casa estudiando, los dejamos que estén hasta las 10, 11 ó 12 de la noche, deambulando por las calles y es allí, donde terceras personas aprovechan para influenciar a nuestros chicos y los embarcan en el vicio de las drogas”, dijo la dirigente comunal.

            Finalmente señaló que, muchas veces, las mismas familias de la comunidad, “conocemos realmente estos temas, pero ante el temor de denunciar o saber que es mi hijo realmente, yo prefiero callar”.

            En todo caso, las dos dirigentes comunitarias, en sus respectivas intervenciones, dejaron entrever que hay cierta complicidad en la comunidad referente a los actos delictivos que se producen en las poblaciones tonchigüenses, pues la mayoría de esos actos, son efectuados por jóvenes bajo los efectos de las drogas y alcohol, agudizándose el asunto porque las familias no se atreven a denunciar este tipo de hechos por temor a represalias o porque sus propios parientes están inmersos en los hechos vandálicos que se están suscitando y que cada vez se incrementan más en los diferentes recintos y barrios de la parroquia Tonchigüe.

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