Familiares de una joven madre de familia de la parroquia Tonchigüe que intentó alumbrar a su primer bebé en el hospital Juan Carlos Guasti, de la ciudad de Atacames, se sintieron contrariados y con muchas dudas, luego de que, en esa casa de salud, les entregarán muerto el niño de la joven, sin darles ninguna explicación, ni documento alguno, al menos en la noche del martes, cuando ocurrió el hecho.
La madre de la joven atendida, Ángela Zambrano, señala que su hija fue atendida en horas de la mañana del pasado martes, en esa casa asistencial y el médico que la atendió les dijo que tenía apenas 1 centímetro de dilatación, autorizándole retornar a casa a esperar hasta que sea la hora del parto.
Casi al cerrar la noche de ese martes, notan que a la chica se le estaba escapando el agua fuente y, desde Tonchigüe trasladan en un vehículo de inmediato hasta Atacames a la joven madre para que sea atendida en el Hospital y, en efecto, la ingresan de inmediato.
La abuela del niño fallecido señala que, cuando recibieron a su hija, escuchó a una de las doctoras que dijo: “Ya es hora de parto porque tiene un piecito afuera”.
Agrega que posteriormente ingresaron a su hija al quirófano y poco después les informaron que tenían al niño con oxígeno, no obstante, minutos más tarde, como a las 20:30, les daban la fatal noticia que ingresaran a ver el cuerpo del niño porque estaba muerto.
Añade que a esa hora sólo les entregaron el cuerpo del niño, sin darles ninguna explicación y ningún documento en donde se indicara la causa del fallecimiento del recién nacido. “El Doctor únicamente nos entregó el cuerpo y dio media vuelta e ingresó otra vez al hospital”, dijo.
Señaló que la joven madre permaneció internada y el miércoles en la mañana le permitieron salir para que esté en el velatorio del niño, debiendo regresar en la noche de ese día para continuar con su tratamiento hasta el jueves en que le deberían dar de alta.
La madre de la joven resaltó que a los familiares les pareció extraño el hecho de que en la mañana del martes, cuando atendieron a su hija, no la dejaron internada, sino que le permitieron regresar a casa y, cuando se le indicó eso al médico él manifestó que les había pedido que regresaran en la tarde y que además les había dado una orden para un eco. “Pero de lo que me dice mi hija y las personas que le acompañaron en la mañana, el médico nunca les dijo cuando deberían volver y mucho menos les dio orden para eco alguno”, refirió la abuela del niño fallecido.
No obstante, la humilde dama señala que, en la familia, han decidido no realizar ninguna acción legal contra la casa asistencial, ni contra el médico, pues dejan todo en manos de la justicia divina y decidieron hacer público el hecho como para que, en el hospital, en lo posterior tomen todas las previsiones del caso y no permitan que otra familia vivan la pesadilla por la que ellos están pasando, particularmente su hija y su yerno que, con mucha ilusión, esperaban a su primogénito que hoy descansa en una fría bóveda del cementerio general de la parroquia Tonchigüe.
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