Un ciudadano tonchigüense, con el objetivo de poner sobre aviso a la comunidad sobre las estafas que se generan través de mensajes telefónicos, se acercó hasta nuestra mesa de redacción para hacernos conocer que en su teléfono celular, el pasado jueves 1 de septiembre, había recibido un mensaje en el que se le anunciaba que, a través de su número Claro, había sido favorecido con un auto Aveo más 5 mil dólares, por lo que, para mayor información, podía comunicarse al Teléfono celular 069-381-557, con el Lcdo. Juan Carlos Agilar Cedeño. El número de donde provenía el mensaje es +59369381686.
Agrega el ciudadano tonchigüense (mantenemos su nombre en reserva) que, para seguirle la corriente, hace la llamada y, en efecto, un sujeto del otro lado de la línea, le pide algunos datos personales y le confirma que su premio sería entregado al siguiente día en su propio domicilio pero, para ello, debía comprar 4 tarjetas Claro de 10 dólares cada una.
Posteriormente el ciudadano tonchigüense, tomando 4 tarjetas usadas, vuelve a llamar al sujeto que le intentaba estafar quien le consultó si había comprado las 4 tarjetas que le había sugerido en la primera llamada.
En el diálogo, que fue grabado por la televisora local, Canal Star, el ciudadano tonchigüense le responde que ya las había adquirido y las tenía en su poder. Del otro lado de la línea, el sujeto le da algunas indicaciones, como que tome un estero azul y le ponga una serie “W1”, que él mismo le dicta, a la primera tarjeta; luego que cuente los números que se encuentran sobre el código de barras; que raspe la banda negra de protección de los números del código para recarga; y, al final, que le dicte lentamente los 15 números que allí se encuentran.
El personaje tonchigüense, sigue al pie de la letra las indicaciones que le hace el sujeto del otro lado de la línea y cuando había dictado los 15 números, el estafador le pide que tome otra tarjeta y le establece otra serie (W2) para que la escriba en la segunda tarjeta, pero en ese momento el sujeto, del otro lado de la línea le dice “mire, la tarjeta, la W1, tenemos inconveniente..¿esa tarjeta usted ya la utilizó? Dígame la verdad”.
En, efecto, el tonchigüense acepta que cometió ese error, pero que lo había hecho porque en la primera llamada le dijo que no usara las tarjetas que comprara. No obstante, del otro lado de la línea le responde: “pero tenía que anotar la contraseña el día de hoy (…) yo solamente hago eso para verificar que la información que usted me está brindando sea la correcta”.
El diálogo continúa y el ciudadano tonchigüense le indica que le dé 30 minutos más para poder adquirir las 4 tarjetas nuevas. Desde el otro lado de la línea el sujeto le responde, “en este momento son las 12 y 30, yo lo voy a ayudar hasta la 1 de la tarde (…) por favor compre en dos lugares diferentes, dos en un lugar y dos en otro lugar. Realice la compra con mucha discreción y no me le dé información a ninguna persona extraña, que esto es muy delicado”.
Como es obvio, el ciudadano tonchigüense que nos proporcionó este dato, no lo volvió a llamar, pues su intención fue hacer público este hecho, para que la ciudadanía esté alerta ante este tipo de mensajes y evitar caer en el juego de estos avivatos.
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