martes, 15 de febrero de 2011

Recintos tonchigüenses sufren aislamiento desde el domingo.


Moradores de las comunidades de Piedra, San Pablo, La Mina, El Cabito, Crisanto, Los Laureles y Nueva Unión, amanecieron totalmente aislados el pasado domingo, luego de las fuertes precipitaciones lluviosas caídas en la noche, pues una gran cantidad de tierra calló sobre la principal carretera, como a 500 metros de la salida a la a vía principal.

            Varios vehículos se encontraban de lado y lado, pues no podían continuar su camino. Los humildes camineros se vieron en la necesidad de realizar trasbordos con sus productos y cargas para llegar a su destino.

            Digno Pinargote, morador de La Mina, indicó que esa es la mayor afectación, pero existe riesgo en otro sector, donde el año anterior se voló una alcantarilla y posteriormente se rellenó el sector. “Es posible que ese tramo otra vez se vuelva a cortar”, dice el preocupado comunero.

            De su lado Paco Macías, morador de El Cabito y propietario de una camioneta, indica que el taponamiento les impide circular y movilizar a los campesinos de los recintos que se encuentran en los interiores de la zona.

            Mientras tanto, María Zambrano, una de las amas de casa de Crisanto, hace pública su preocupación, por esta situación, pues dice no pueden salir con sus productos a los mercados de consumo y tampoco pueden adquirir los alimentos de primera necesidad para sus respectivos hogares.

            En todo caso, todos coinciden en la necesidad de que las autoridades competentes, envíen maquinarias al sector a fin de que se reabra la vía y se repare algunos sectores que se encuentran afectados y que dificultan la circulación vehicular.

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