El balneario de Same, ubicado al sur de nuestra provincia como recinto de la parroquia Tonchigüe, en el cantón Atacames, se encuentra prácticamente abandonado por sus autoridades, pues pese a que allí existe uno de los mayores complejos turísticos del cantón Atacames que generan tributos considerables a la Municipalidad, las autoridades edilicias poco o nada hacen por cambiar la imagen del centro poblado de esa comunidad.
Y es que basta con observar la mayoría de sus calles para darse cuenta del abandono en que se encuentra esta comunidad, pues la mayoría de ellas se encuentran llenas de lodo y fango, lo que las hace difícil para la circulación peatonal y mucho más para la vehicular.
La semana anterior se anunció la llegada de las maquinarias municipales, pero estas brillaron por su ausencia. “Únicamente nos amagaron con un stock de lastre que cumularon en un sector cercano al barrio Nueva Esperanza, pero nunca la ubicaron en alguna calle como era la intención”, refirió Adriano Sosa, dirigente comunitario del recinto.
De su lado, Alberto Lara, otro dirigente comunitario del sector, señaló que el alcalde les ha prometido realizar un trabajo de lastrado en las principales calles del centro poblado, por lo que espera que ese ofrecimiento se concrete.
Es que, en efecto, las calles de los barrios 26 de octubre, Nueva Esperanza, entre otros, se encuentran en pésimo estado y, por ello, se espera la intervención, al menos en ese aspecto, para mejorar la imagen de la comunidad, que está ansiosa de obras que, hasta el momento, no se concretan, pese a ser uno de los balnearios más importantes de la zona sur de la provincia de Esmeraldas.
No obstante, con el stock de lastre que se ha acumulado en el lugar, al menos, hay una esperanza de que algunas calles podrían ser intervenidas, aunque lo ideal sería que todas las arterias recibieran un tratamiento técnico adecuado, capaz de que queden en condiciones de que, en un futuro no muy lejano, sean pavimentadas, ya sea con asfalto o adoquín.
Debemos indicar que, en la actualidad, la comunidad de Same tiene a dos de sus hijos en altos cargos gubernamentales de la provincia; tal es el caso de Déripson Romo, en la Dirección Provincial del Ministerio de Transportes y Obras Públicas; y, Miguel Salvatierra, en la Dirección Provincial del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda; ambas autoridades nacidas en esa comunidad pero que, hasta ahora, no han incidido mayormente para colaborar en el adelanto de esa comunidad.
En todo caso, los moradores esperan que, alguna vez, las autoridades de turnos, sean estas gubernamentales o seccionales, vuelvan la mirada a este importante balneario de la zona sur de nuestra provincia y se le otorgue las obras que, con justicia y derecho, se merece.
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