viernes, 2 de septiembre de 2011

Indigente tonchigüense presenta grave infección en una de sus piernas.


Un humilde anciano de 80 años de edad que responde a los nombres de Cayetano Moreira Velasco y que, según asegura, no tuvo esposa ni hijos, vive en condiciones de indigencia, en un sector del barrio San Antonio, en una pequeña covacha construida al interior del patio de la vivienda de uno de sus hermanos y, para colmo, tiene seriamente afectada, con una fuerte infección, su pierna izquierda.

            Refiere que, por no tener recursos, no puede atenderse y curarse la dolencia, aunque reconoce que su hermano, al menos, le ayuda con la comida, agregando que su vida fue la de un simple y común jornalero pero que luego del peso de los años y por la carga de la enfermedad, desde hace mucho tiempo n puede trabajar para sostenerse por sí solo.

            Señala que, en lo que respecta a la llaga infectada que tiene en su pierna izquierda, desde hace mucho tiempo, no conoce del por qué se le formó, aunque algunos le han dicho que es una especie de daño lo que le han hecho, pero él no quiere creer, porque no tiene enemigos, según afirma.

            La herida en la pierna le emana malos olores y, todo hace presumir, que parte de la piel se le ha podrido considerablemente, pues la mantiene permanentemente tapada con un trapo y sin recibir tratamiento médico alguno.

            Ángela Segura, vecina del infortunado anciano, quien aseguró ser evangélica, señaló que espiritualmente le movió, querer ayudar al enfermo al notar en el abandono en que se encuentra y, por ello, el martes anterior, acudió hasta el Subcentro de Salud de la parroquia Tonchigüe para pedir que atiendan al indigente.

            “Allí me pidieron los datos personales del paciente, retorné hasta la casa de él y llevé lo que me solicitaban. Luego el médico me dijo que había llamado al Hospital de Esmeraldas y que le habían dicho que no podían internarlo, pero no me explicaron nada más, pese a que me quedé esperando alguna respuesta”, señaló la preocupada vecina.

            Por su parte, el único médico con que cuenta el Subcentro de salud de la parroquia Tonchigüe, Santiago Calderón, reconoció que, en efecto, la vecina del enfermo estuvo en la casa de salud y por ella se enteró de este caso, “sin embargo yo le explique a la señora que, en el momento, claro está grave, pero no está presentando episodios febriles o de mayor gravedad, por lo tanto tenemos que manejarlo primero en la comunidad para luego poder mandarlo a un área más especializada”, dijo el galeno.

            Refirió que no lo había podido atender por la cantidad de pacientes que tenía, en ese momento, en el subcentro, pero que, en el lapso de esta semana, le haría una evaluación para crearle una historia clínica, “pues tengo entendido que tiene una infección moderada, por lo que hay que hacerle curaciones y darle medicación de antibióticos o algo para el dolor”, señaló el médico.

            No pudimos confirmar si posteriormente los galenos visitaron al anciano, pero el pasado miércoles, el Vocal de la Junta Parroquial de Tonchigüe, Jorge Bermeo Buste, señaló que en compañía de la vecina que le estaba ayudando, llevaron al enfermo hasta el Centro de Salud de Atacames y, allí, luego de cierta insistencia el paciente fue atendido y, posteriormente, trasladado hasta el hospital Juan Carlos Guasti de la ciudad de Atacames, donde luego de la evaluación respectiva, se autorizó su traslado en ambulancia hasta el hospital Delfina Torres de Concha de la ciudad de Esmeraldas, donde, según trascendió, quedaría asilado por algunos días.

            No obstante la autoridad parroquial señaló que se encontraba preocupado porque el humilde anciano, prácticamente fue llevado sólo hasta el hospital, pues ningún  familiar le acompañó, por lo que estaba haciendo contacto con algunos parientes del enfermo a fin de que alguno de ellos esté cerca de él, mientras permanezca asilado en el hospital de Esmeraldas.


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