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En el transcurso del pasado día jueves varios sectores de la parroquia Tonchigüe fueron abastecidos con una considerable cantidad de agua que llegó a través de las redes, luego de más de 20 días que el líquido vital no llegaba a ninguno de los barrios tonchigüenses.
En los sectores donde pudo llegar el agua, las familias hacían lo posible por proveerse del líquido vital cuya presión era bastante débil pues, al parecer, la mayoría de las llaves de la población estaban abiertas y ello hacía que el abastecimiento se hiciera lento y tedioso.
En todo caso, de alguna manera, algunos hogares tonchigüenses pudieron abastecerse y otros aún continuaban a la espera de que les llegue el líquido vital.
En algunos casos no pudieron proveerse porque, como se ha hecho costumbre, un número considerable de vecinos tienen cisterna y bombas que succionan desde las redes el agua potable, impidiendo que el líquido vital circule hacia las viviendas de nivel más altos o hacia aquellos hogares más humildes donde no cuentan con las bombas de succión.
La preocupación por proveerse de agua se da porque el servicio que otorga la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (EAPA) San Mateo, es eventual en esta población y no sería nada raro que el agua desparezca por otro lapso considerable, pues esa es la constante en las comunidades de Same y Tonchigüe.
Según información proporcionada por moradores del sector, el agua llega por uno o dos días y, cuando la situación es mejor, hasta por una semana, pero luego desaparece por hasta más de 4 semanas, generando angustia, desesperación e incertidumbre en las familias tonchigüenses que deben hacer malabares para proveerse de un poco de agua, situación que es mucho más difícil en temporada de verano, como la que estamos viviendo en la actualidad.
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