Tonchigüe no tiene ente deportivo que regule competencias.

Pese a ser una localidad con  una alta producción deportiva, particularmente en la disciplina del Fútbol, la parroquia Tonchigüe se encuentra acéfala en lo que respecta a un organismo que coordine y realice los programas deportivos en este sector, luego de que, a inicios de este año, el último Presidente de la Liga Deportiva Parroquial, Carlos Vera Intriago, tirara la toalla ante la falta de apoyo de los dirigentes deportivos para sostener la entidad.

            El dirigente deportivo tomó esa decisión luego de que estuvo al frente de la entidad por el lapso de un año y llevó adelante el desarrollo de un campeonato de fútbol, no obstante, en el camino, se fue quedando solo y quienes conformaban esa entidad se fueron retirando aduciendo diversos motivos.

            Posteriormente, Vera Intriago, intentó reformar el directorio por, al menos, tres ocasiones pero no tuvo éxitos, pues los dirigentes deportivos no asistían a las reuniones convocadas y, ante ese callejón sin salida, optó por emitir una comunicación a la Junta Parroquial de Tonchigüe, como el máximo órgano regulador de la comunidad para hacer conocer que la Liga se había desintegrado y que dejaba la posta en las manos de las autoridades políticas para que tomaran una decisión al respecto.

            En ese aspecto, lo único que pudieron hacer, hasta el momento, las autoridades locales, fue convocar a los dirigentes de los clubes y conformar un Comité organizador del Campeonato de Fútbol de esta temporada, Comité en el que se integraron todos los miembros de la entidad parroquial junto a otros dirigentes deportivos y, en conjunto,  llevaron adelante el torneo que culminó el pasado fin de semana.

            Sin embargo, sobre la reintegración de la Liga Deportiva Parroquial de Tonchigüe, que por cierto es una entidad de hecho, nada se ha dicho y no se vislumbra un panorama claro para el deporte tonchigüense en esas circunstancias.

            En todo caso, sería recomendable que las autoridades parroquiales, con la envestidura que tienen, planifiquen la conformación de la entidad deportiva y sean los impulsores de la gestión para la obtención de la vida jurídica, incentivando a los directivos de los clubes que están legalmente constituidos para que actualicen sus datos y se empiecen los trámites tendientes a conformar una Liga Parroquial legalmente estructurada y constituida, todo esto por el bien del deporte de una las parroquias más deportivas de la zona sur de la provincia.